Inicio de año y entre otras cosas es un buen momento de poner a punto el material de entrenamiento, entre ellos hay los bo-shuriken de la escuela Meifu Shinkage Ryu.

Siempre podemos fallar, a veces el shuriken cae inerte pero a vece pasa y le da a la pared y la punta puede quedar que parece más una aguja de hacer ganchillo que no un shuriken, un ejemplo, la siguiente imagen.

Después de haberlos limpiado, toca una sesión de martillo directo para tratar de aplanarlo y arreglar este desvío. Es estar un rato tratando de no dañar la forma pero que recupere la misma, la correcta y pase a ser lo más recto posible. Después de estar un rato, el resultado no es tan malo…

Hay que tener en cuenta que la parte del shuriken que se ve en la imagen, la que se va haciendo pequeña y termina en punta, mide unos 25 milímetros de largo, por lo que esta corrección es de poco más de 2 milímetros, hecho que requiere que sea un trabajo con fuerza, al tener que corregir hierro, pero con puntería, para no fallar y no causar más daño del que ya tiene.

Este puede ser un momento para poder dedicarlo a estar concentrados en una sola tarea y buscar un momento de tranquilidad y paz mental.

Así nos vamos preparando para la vuelta al entrenamiento después de los turrones!