Cuenta la leyenda que hubo una vez un gran samurai que vivía cerca de Tokio. Ya bastante viejo, se dedicaba a enseñar el arte zen a los jóvenes y, a pesar de su avanzada edad, se decía que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Una tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúp[……]